RAÚL DIEZ CANSECO TERRY

Artículo de opinión de Raúl Diez Canseco*

“Es imposible que la sociedad retroceda”, comentó alguna vez el recientemente fallecido Mijail Gorbachov al mirar la tremenda obra realizada en la ex Unión Soviética que involucró una profunda transformación económica en su país, y la apertura al mercado, la democracia y la libertad. Sus palabras parecían proféticas.

Pero no han pasado sino treinta años y como si los seres humanos nos resistiéramos a aprender de nuestros errores y persistiéramos en patear más de una vez la misma piedra, hoy el mundo vuelve a hablar de una nueva Guerra Fría, y la invasión a Ucrania no es sino el deseo de volver a la situación anterior a 1991.

Pero, entonces, ¿es imposible que las sociedades retrocedan a los cambios políticos, económicos y sociales? Lamentablemente, en algunas circunstancias, sobre todo en la política, es posible que esto ocurra. Las sociedades en muchos sentidos se mueven al vaivén de la teoría del péndulo: avanzan y retroceden. Suben y caen.

El expresidente Rodrigo Borja lo dijo bien: “Después de un periodo de tormenta los pueblos ansían la paz y no dan sus votos a quien no creen que pueda traerla. Después del desorden quieren disciplina social, después de la corrupción anhelan la honestidad, después del libertinaje desean una autoridad fuerte, después de la abulia gubernativa quieren acción”.

Habría que agregar que después de la incapacidad e impericia los pueblos quieren un gobierno capaz, un Estado eficiente. Y esa debiera ser desde ahora la responsabilidad de los partidos democráticos que buscan nuevamente recuperar la confianza de los electores.

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¿Cómo recuperamos el crecimiento económico y la creación de empleo sano? ¿De qué manera disminuimos la brecha social que tenemos en las regiones?, ¿Cómo incentivamos la productividad de recursos naturales emblemáticos que tiene el país? ¿Qué tipo de educación necesitamos para preparar a nuestros jóvenes para hacer frente a los cambios que experimenta el mundo? ¿Qué hacemos para que, nuevamente, renazca la confianza ciudadana en sus autoridades?

El Perú necesita a sus mejores hijos para salir del estado de retroceso en el que nos estamos hundiendo. Y necesita de los partidos una dosis de realismo y humildad para dejar de jugar a ser cabeza de ratón y confluir en un acuerdo por la reconstrucción del país.

Belaunde llamó a todos para gobernar, aunque solo Bedoya le respondió. Ese llamado a la unidad sigue vigente. Si no somos lo suficientemente inteligentes para confluir en una plataforma unitaria no habremos aprendido la lección presente. Porque una cosa es clara: el Gobierno no está gobernando, solo está ejerciendo el poder. Y esta es una diferencia sustancial.

Un gobierno administra el Estado y da cuenta de su gestión. Pero el que busca solo el poder es para servirse del Estado y para sucumbir a la tentación de perpetuarse en él. Mientras tanto, las sociedades agobiadas por la crisis pueden obnubilarse por los discursos caudillistas, incendiarios, clasistas o racistas, y volver a retroceder. No lo permitamos. Paremos este retroceso. ¿Cómo? Empecemos por forjar la unidad.

*Ex primer vicepresidente de la República.

Fuente: Diario Expreso, sección Opinion, martes 6 de setiembre de 2022