La esperanza es nuestra mayor riqueza

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El Perú es un país de contrastes, de inmensa riqueza natural y patrimonio cultural, de talento y creatividad, que se manifiestan en cada rincón de nuestra tierra. Desde los Andes hasta la Amazonía, desde nuestras costas hasta nuestros pueblos más lejanos, he visto con mis propios ojos el poder de nuestra gente para enfrentar la adversidad y convertir los sueños en realidades.

He tenido el honor de servir al Perú desde diferentes frentes: como ministro de Comercio Exterior y Turismo, como vicepresidente de la República y, más allá de los cargos, como un peruano más que aspira a un país mejor. “Misión Perú” refleja esas experiencias, los desafíos enfrentados y las lecciones aprendidas en el camino. Pero más importante aún, busca inspirar a cada uno de ustedes a contribuir al futuro de nuestra nación.

Cuando asumí el liderazgo del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, entendí que nuestra misión no se limitaba a promover el comercio o a atraer visitantes, sino a construir puentes. Puentes que conectaran a nuestras regiones con el mundo, que integraran a nuestras comunidades y que fortalecieran nuestra identidad como peruanos. El turismo, en particular, se convirtió en una herramienta poderosa para mostrarle al mundo lo mejor de nosotros.

En mi condición de vicepresidente del Perú, entendí que el servicio público requiere de un compromiso total con las necesidades de la gente. Esa etapa de mi vida me permitió liderar proyectos nacionales que buscaban crecimiento económico e inclusión social.

En ambos casos, aprendí que las políticas públicas solo tienen sentido si están diseñadas para transformar vidas. Por eso, mi misión como vicepresidente fue siempre trabajar desde una perspectiva integradora, buscando que cada decisión política tuviera un impacto positivo y tangible en las familias peruanas.

A mi edad, estoy más convencido que nunca de que ningún proyecto, por ambicioso que sea, puede sostenerse sin una educación sólida. Creo profundamente en el poder de la educación para cambiar vidas y transformar naciones. En Misión Perú planteo que debemos enseñarles a nuestros niños, desde sus primeros años, a amar su país, a valorar su diversidad y a soñar con lo que pueden aportar al mundo.

La educación no debe ser solo un privilegio; debe ser un derecho que abra puertas, sin importar quién seas ni de dónde vengas. Y para lograrlo necesitamos un sistema educativo que esté alineado con las necesidades de nuestro tiempo, que fomente el pensamiento crítico, que celebre nuestra identidad y que prepare a nuestros jóvenes para que compitan en un mundo globalizado sin perder de vista sus raíces.

Déjenme decirles algo que sé con certeza: el Perú tiene todo lo que necesita para ser un país líder. La esperanza está en los ojos de los jóvenes que sueñan con oportunidades, en los agricultores que trabajan nuestra tierra con esfuerzo, en los artesanos que transforman nuestras tradiciones en arte, en los emprendedores que ven posibilidades donde otros ven obstáculos. Esa esperanza, amigos, es nuestra mayor riqueza.

Tomado del libro «Misión Perú», de Raúl Diez Canseco Terry

Lea aquí otros extractos de «Misión Perú»

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2 comentarios para “La esperanza es nuestra mayor riqueza

  1. Momento para reflexionar y comenzar a modificar las bases en la Educación, apostar con la juventud a contar con líderes de éxito.

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