Por Raúl Diez Canseco Terry*
De exótica belleza, sobrecogedora, misteriosa, impenetrable en grandes extensiones, la selva amazónica es considerada como uno de los territorios más importantes para futuro de la humanidad. Cuenta con más de 14,000 especies de animales, muchas de ellas únicas, y unos 80 millones de hectáreas de floresta, cuya fecundidad es favorecida por el clima tropical y las abundantes lluvias. Hay también una gran variedad de especies botánicas.
Por su diversidad de recursos genéticos, es en la selva donde los peruanos podemos desarrollar la biotecnología. El Perú no puede quedar rezagado, ya que posee no solo variado ecosistema sino diversidad de especies.
Loreto es el departamento cubre la tercera parte del país. La vida aquí, como en toda la selva, depende de sus ríos, del monte, del petróleo, de la explotación de la madera y del turismo.
Loreto se encuentra en uno de los sistemas hidrográficos más extraordinarios del mundo. Los ríos Ucayali y Marañón son receptores de las aguas de miles de ríos que se inician en la cordillera andina y desembocan en el Amazonas.
En la selva, los conductores de deslizadores son poseedores de un agudo olfato y sentido de la orientación. Tienen que navegar salvando obstáculos que aparecen inesperadamente. Es un oficio que requiere de mucha destreza como nuestro amigo que manejaba nuestra embarcación rumbo a Nauta mientras todos contemplábamos la maravillosa vista de la selva.
La noche empezaba a tender su manto cuando avistamos Nauta, ubicada a 100 Km al suroeste de Iquitos y asentada en la margen izquierda del río Marañón. Habíamos iniciado un largo y reflexivo viaje por río. Nuestros correligionarios nos aguardaban en el rústico muelle con entusiasmo y música típica de la selva.
*Tomado de Hablemos del Perú. Testimonio de un candidato. Raúl Diez Canseco Terry. Lima, 1996
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