Estados Unidos: triunfó la democracia

Estados Unidos sigue ofreciendo lecciones de democracia al mundo. Contra todo pronóstico de encuestadoras y medios de comunicación que anticipaban una contienda reñida entre demócratas y republicanos, un nuevo gobierno se ha instalado en el país más influyente del planeta, y se espera una transición pacífica y ordenada.

El regreso de Donald Trump al poder es, al mismo tiempo, una muestra de lo que puede lograr un país cuando sus instituciones funcionan. Menos de 48 horas después de este cambio democrático, el presidente saliente, John Biden, confirmó su participación en la cumbre APEC que se celebrará en el Perú.

Durante tres días, estaremos en la mira del mundo. Los principales líderes de las economías más desarrolladas se reunirán en nuestro país para compartir, discutir y atender preocupaciones globales. Los peruanos tenemos la responsabilidad de estar a la altura de las circunstancias y de recibir a los líderes de las 21 economías con un espíritu de paz y concordia.

No debemos ceder ante quienes pretendan aprovechar esta coyuntura para presionar y chantajear al gobierno. En 2002, vivimos el chantaje terrorista cuando una bomba estalló frente a la embajada de Estados Unidos en el Perú, días antes de la visita del entonces presidente estadounidense George W. Bush.

Hoy, los peruanos debemos convocarnos para desplegar un espíritu de paz social durante la cumbre APEC. Es momento de dejar de lado nuestras diferencias y unirnos en un objetivo común: ser depositarios de la confianza internacional.

Siendo primer vicepresidente y habiendo asumido la responsabilidad de la presidencia de la República por el viaje del jefe de Estado, me correspondió realizar una medida audaz: convocar a Palacio de Gobierno a todos los gremios empresariales, sindicales, partidos políticos e iglesias. Recuerdo que estuvo Mario Huamán, líder de Construcción Civil y de la CGTP, que había convocado a un paro nacional, y que después de esa reunión, sus bases decidieron, patrióticamente, levantar la medida de fuerza.

También fueron convocados los medios de comunicación con el propósito de motivarlos a realizar una campaña de sensibilización gratuita que destacara el espíritu patriótico de los peruanos y ofreciera garantías para asegurar la visita de Estado del presidente Bush. Esa visita contribuyó a fortalecer los vínculos entre Perú y Estados Unidos y no se hubiera podido realizar sin el acuerdo que logramos aquella vez.

Sin inversión extranjera, no hay forma de avanzar como país. Las inversiones prosperan en un clima de seguridad social y jurídica. Justamente en momentos como la cita de APEC, los peruanos debemos unirnos. En el pasado, proyectos emblemáticos como la Marginal de la Selva –carretera Fernando Belaunde– o la Vía Expresa Luis Bedoya Reyes se realizaron con empresas norteamericanas, con una calidad incuestionable y con una integridad y solvencia moral, sin corrupción alguna.

Hoy el país tiene un déficit en infraestructura de 150 mil millones de dólares y otros 50 mil millones de potencial inversión en minería. Con los Estados Unidos ya tenemos 4 mil millones de dólares en inversión y sectores interesantes que les interesan, como infraestructura, agricultura y ciencias del espacio. Podemos seguir creciendo más.

El Perú tiene una oportunidad invaluable en esta cumbre. Es el momento para mostrar al mundo nuestra estabilidad, madurez y voluntad de progreso. Nuestra posición geopolítica nos impele a trabajar de manera equilibrada con mercados de Estados Unidos, China, Europa y América Latina. Lo ratifican los 22 tratados de libre comercio que tenemos y que iniciamos durante mi gestión como ministro de Comercio Exterior y Turismo.

Al abrir nuestras puertas con hospitalidad y compromiso, demostramos que somos un aliado confiable en el escenario global, listo para construir puentes que promuevan el desarrollo sostenible y el bienestar de nuestras naciones. No desaprovechemos esta oportunidad.

Publicado en Expreso, 12 de noviembre de 2024

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Categorías: Columna de Opinión
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