Por Raúl Diez Canseco Terry*
Si bien la educación involucra muchos elementos, el maestro es el principal agente para enriquecerla y masificarla en beneficio de la formación y el desarrollo del capital humano.
Así, del maestro depende en gran parte que cada persona aprenda no solo a desarrollar sus facultades, habilidades, competencia y autoestima, sino que asimile el conocimiento y sepa procesar la información que cada día se le ofrece para su realización y porvenir.
Hoy se reconoce la importancia de la labor del maestro para generar desde temprana edad una mentalidad y actitud positivas de los jóvenes frente a las tendencias que caracterizan el mundo del trabajo.
El maestro es el principal agente para enriquecer la educación
La educación en el Perú ha estado enferma mucho tiempo y no solo por falta de voluntad política de la mayoría de los gobiernos para darle prioridad en la asignación de recursos.
Para tratar de ubicarnos entre los primeros países en materia de desarrollo humano, o cerca de ellos, y ser competitivos, debemos empezar desde la base de la pirámide educativa, donde el maestro sea agente del cambio para que, a largo plazo, nuestra sociedad logre una visión de futuro, que sea competitiva, laboriosa y solidaria.
La educación tiene que dar respuestas adecuadas a las necesidades del futuro. Debe preparar al joven para pensar en operar en contextos complejos, globales y llenos de innovaciones tecnológicas.
Con una educación que identifique las fortalezas y las facultades de los jóvenes y las potencie en función de las necesidades del mercado nacional e internacional, estaremos generando condiciones y aptitudes para que el Perú se inserte con éxito en la aldea global.
*Extracto de Perú: país de emprendedores. Raúl Diez Canseco Terry.