¿Perderá el Perú otra vez el tren de la historia? Mientras en nuestro querido y sufrido país el Gobierno empieza a hablar de nacionalización de recursos y espantar las inversiones, nuestros países vecinos hacen todo lo contrario para promover proyectos de inversión en infraestructura en sus respectivos países.
El camino de las nacionalizaciones, que solo generan atraso y pobreza, ya lo hemos vivido. En 1968, fue la excusa que tuvo el Gobierno militar para dar un golpe de Estado contra el presidente Fernando Belaunde. A la opinión pública se le dijo que se expropiaba la compañía sin pagar un centavo, pero la verdad es que el velascato terminó pagando una indemnización por lo bajo de 76 millones de dólares.
Como si no hubiéramos aprendido nada de la historia, esta semana, Daleep Singh, asesor adjunto de seguridad nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, inició una gira por Colombia, Ecuador y Panamá para empezar a dar forma a un gran plan de construcción de infraestructura. La gira no incluye el Perú, lo que significa que la reciente visita del presidente Pedro Castillo por Estados Unidos no generó la confianza necesaria para atraer nuevas inversiones.
No es la primera vez que empresas americanas se interesan en proyectos de desarrollo en América Latina. Precisamente, la primera etapa de la carretera Marginal de la Selva fue asumida por una empresa norteamericana durante el primer Gobierno de Belaunde. Fue una obra magnífica, sin mancha alguna de corrupción.
Hoy los planes de Estados Unidos pretenden movilizar capital del sector privado en esta parte del mundo e impulsar proyectos en ámbitos diversos como: el clima, la seguridad sanitaria, la tecnología digital y la igualdad de género. Una nueva oportunidad para dinamizar el crecimiento en la región.
Es el camino más seguro, no solo para crecer, sino para desarrollar. La llegada del presidente Guillermo Lasso en Ecuador ha generado un impulso sostenido en esta dirección. Este 18 y 19 de noviembre ha convocado al foro internacional de inversionistas: “Ecuador is open for Business”, un evento en el que el presidente busca, con toda legitimidad, “llevar Ecuador al mundo y atraer el mundo a Ecuador”.
Ese mismo camino lo inició el Perú hace dos décadas: creamos un Ministerio de Comercio Exterior y Turismo que diseñó un plan estratégico nacional exportador y de turismo, desarrollamos programas para impulsar una cultura exportadora de emprendimientos e innovación, implementamos una agenda de negociaciones comerciales con países estratégicos en diversos ámbitos para nuestro país y diseñamos una marca país para atraer inversión nacional e internacional.
Hoy los destinos del Perú y Ecuador se trastocan. Mientras allá nos admiran como país por las oportunidades de inversión alcanzadas y los veinte tratados de comercio suscritos, que representan el 80% del PBI del planeta y acceso preferencial al 40% de la población mundial, aquí empezamos a dar señales equivocadas y a escuchar golpes en la mesa para imponer la nacionalización de los recursos.
Pareciera que —a diferencia de la invitación de Ecuador— el Perú se retirara del mundo y no quisiera saber nada de él. Ojalá el presidente Castillo se rectifique. Nunca es tarde para reencauzar al Perú por la senda del desarrollo y la prosperidad.
Fuente: Diario Expreso
Mi apoyo siempre a la democracia, la libertad y la inversión privada para generar trabajo que nuestro Perú necesita.
Pedro castillo no va a cambiar, el chip del comunismo es cambiar la Constitución como sea y quedarse en el poder hasta ver a nuestros hijos vender caramelos, no acá en el país sino migrando a otro país. Mi punto de vista es, así como se hizo la marcha de los jovenes para sacar al Presidente Merino convocados por los medios, hacer lo mismo para sacar al terruco de Palacio.