Por primera vez, en casi treinta años ininterrumpidos de democracia y libertad, una encuesta nacional nos revela que más de la mitad de los peruanos piensa que el país está retrocediendo. La cifra crece cuando se pregunta cómo cree que estará la situación económica el próximo año. Nunca habíamos estado en un pozo tan profundo de desconcierto, perplejidad y desazón sobre el futuro.
Las razones son varias; los estragos de la pandemia, entre ellas. Pero, sin duda, lo que viene afectando el alma nacional es la falta de rumbo económico y de empleo, la corrupción y las marchas y contramarchas de la política.
Tenemos Gobierno, pero no tenemos liderazgo. Lo grave es que cuando un país pierde la fe en su futuro el fracaso es una posibilidad real. Eso no lo debemos permitir, queridos compatriotas. Este Perú es obra de todos los peruanos y de quienes creyeron en su gente y en las enormes oportunidades que tenemos para salir adelante. Es urgente la tarea de redoblar esfuerzos en busca de la unidad para lograr reencaminar el Perú por el camino del éxito.
Los extremismos de uno y otro lado solo generan ruido y desazón. Este Perú nuestro no se nos puede ir de las manos. Tenemos que sacarlo todos adelante, y para eso quizás la primera tarea sea dejar de lado pasiones y mezquindades y reconstruir el centro. Pero el centro no es un punto geométrico, equidistante. En un país como el nuestro, el centro está en el corazón y al lado de los más necesitados.
Los principios constitucionales de nuestra patria son sólidos: democracia, libertad, justicia, oportunidad para todos y predictibilidad. No hay nada que haga más daño a la democracia que un Gobierno que está perdiendo el norte generando una inestabilidad sin precedentes. Si algo tenemos que recuperar hoy los peruanos es la capacidad de entregar resultados inmediatos. Promover inversiones, recuperar el empleo perdido y generar nuevos puestos de trabajo. Esto solo se logra con la convocatoria de capitales nacionales e internacionales. Y con un gobierno promotor, honrado y eficiente, que convoque a los mejores.
Somos más los peruanos que queremos trabajar en paz. Vayamos como propuso Fernando Belaunde cuando diseñó la estrategia nacional de la conquista del Perú por los peruanos. Aprendiendo del pasado, sí, pero sin enfrentamientos, ni odios, ni divisiones, si no, resaltando los valores comunes que nos unen, con decisión, coraje y esperanza.
Querida familia peruana: sin confianza en el porvenir, no hay sueño ni Patria posible. La confianza es la argamasa sobre la que se asienta la historia y construcción diaria de una Patria “sana y amplia que suscite cariño a la tierra y al hombre peruano de todas las regiones (…) y que despierte la conciencia acerca de la común tarea en un destino mejor”, como soñó Basadre. Felices fiestas de Navidad y mejor Año Nuevo. Con fe y esperanza.
Fuente: Diario Expreso