Perú: señales de esperanza en el agro y la industria

esperanza en el agro y la industria

Hace unos días, en la ciudad de Trujillo, vivimos una jornada que me llenó de esperanza y optimismo. Logramos establecer un nuevo récord Guinness con la ensalada de tarwi más grande del mundo, una preparación que alcanzó casi tonelada y media, y que muchos conocen como el delicioso “cebiche andino”.

Este hito representó un acto simbólico para revalorizar un superalimento extraordinario de nuestra tierra: el tarwi, una leguminosa que tiene el triple de proteínas que la quinua y que, además, está libre de gluten. Su potencial nutracéutico es enorme, con la capacidad de ayudarnos a combatir la anemia y la desnutrición, males que aún golpean a miles de peruanos.

Mientras celebrábamos este logro que pone al tarwi en la vitrina mundial, se dieron dos noticias de gran trascendencia para el futuro del país: la promulgación de la nueva Ley Agraria y la aprobación, por insistencia del Congreso, de la creación de Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP). Estos hechos configuran una oportunidad histórica para impulsar un nuevo ciclo de crecimiento, empleo e inclusión.

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El sector agroexportador ha sido una de las locomotoras de nuestra economía en los últimos 25 años. De poco más de 400 millones de dólares en exportaciones agrícolas en el año 2000, hemos pasado a más de 12 mil millones en el 2024. El mundo se abrió a nuestros espárragos, paltas, arándanos, uvas y café. Ahora es momento de consolidar una segunda ola agroexportadora con productos de alto valor agregado, donde el tarwi y otros superalimentos andinos deben tener un rol protagónico.

«Si logramos unir el esfuerzo de la empresa privada, la academia, el Estado y la sociedad civil, no habrá meta imposible».

La nueva Ley Agraria da un marco de previsibilidad y estímulo para que la inversión continúe y se diversifique. Es una apuesta estratégica que ya ha dado resultados concretos para multiplicar empleo formal en el campo, llevar oportunidades a las regiones y mantener al Perú como protagonista en los mercados internacionales.

La creación de las ZEEP es también una herramienta clave para potenciar la infraestructura existente. El puerto de Chancay, llamado a ser el hub logístico más importante de Sudamérica, necesita ser complementado con polos de producción, innovación e industrialización que lo rodeen.

Estas zonas, lejos de representar un sacrificio fiscal, son palancas de inversión que atraerán capital extranjero y nacional, generarán miles de empleos y dinamizarán sectores conexos. A largo plazo, el Estado recuperará por la vía de los impuestos lo que deja de percibir inicialmente. Los ejemplos de Costa Rica y Uruguay confirman esta visión.

En medio de las tensiones políticas que absorben la atención pública, debemos mirar el horizonte. El tarwi convertido en récord mundial, la nueva Ley Agraria y las ZEEP son señales de que el Perú puede volver a confiar en su capacidad de crecer y competir.

Falta, por supuesto, que estas decisiones se consoliden como una política de Estado que trascienda coyunturas. En el 2026 elegiremos nuevas autoridades nacionales. Esa elección debe ser también una oportunidad para consolidar nuestra vocación agroexportadora y aprovechar nuestras ventajas logísticas.

El desafío es grande, pero también lo es nuestra capacidad de superarlo. Si logramos unir el esfuerzo de la empresa privada, la academia, el Estado y la sociedad civil, no habrá meta imposible. Esa es la lección que debemos promover: revalorizar lo nuestro, integrarnos al mundo y trabajar unidos para que el desarrollo llegue a todos los peruanos.

Publicado en Expreso, 16 de setiembre de 2025

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