BELAUNDE: LEGADO DE LIBERTAD

El pasado 7 de octubre recordamos el 109 aniversario del natalicio de Fernando Belaunde Terry, un estadista de talla internacional que debemos valorar en muchos aspectos, sobre todo, por uno de los postulados con el que inició y cerró su segundo Gobierno, que lo manifestó en el Congreso: “Os entrego intacta la libertad”.

Se entiende el compromiso y la defensa de Belaunde con la libertad de expresión y de prensa como base de la democracia —devolvió los medios confiscados por el velascato a sus legítimos propietarios el primer día de su segundo periodo—, pero su concepto de libertad, en mi opinión, es mucho más profunda y conviene recordarla.

Libertad, más que un derecho —que lo es—, es una condición humana. No se puede concebir un sistema de organización que inhiba la libertad inherente al desarrollo humano. Ningún Gobierno, por más representativo o popular que sea, puede conculcar esta condición necesaria para el crecimiento de la persona, la familia y la sociedad en su conjunto.

Libertad para pensar, pero también para opinar, elegir, creer, actuar, emprender. Sin libertad no hay manera de que se desarrolle la economía. La frase del presidente Belaunde, además, recobra un nuevo sentido cuando la interpretamos como que dejó un país donde no se pisoteó el derecho de los demás, donde se respetó el derecho de las minorías y donde se generó confianza, que atrajo la inversión privada y generó empleo.

Después de Belaunde no ha habido un Gobierno que se haya manejado en paz, sin enfrentamientos y sin corrupción. Belaunde escuchó y pudo ser escuchado, que es algo de lo que adolecemos actualmente. El final de la vida de Belaunde nos releva de cualquier comentario. El pueblo salió a despedir a un presidente que vivió austeramente y que dejó un testimonio de decencia, docencia, entrega y amor al Perú.

Sigamos la línea de defensa irrestricta de nuestro derecho a vivir en paz y en libertad. Trabajemos en confluir ideas y acercar posiciones. A veces nos confundimos y creemos que trabajar por la unidad es perder nuestra libertad. Todo lo contrario, es hacer pleno uso de ella por un bien mayor. El bien de vivir en democracia plena.

Esa misma libertad la pensaron nuestros padres fundadores y la dejaron grabada para siempre en nuestro himno: “Somos libres, seámoslo siempre”. Ellos lucharon en vida por la libertad y la República. Al retirarse del Perú, José de San Martín dejó una frase que hoy cobra actualidad: “Peruanos, os dejo establecida la representación nacional. Si depositáis en ella una entera confianza, contad el triunfo; si no, la anarquía os va a devorar”.

No permitamos que la anarquía nos devore. Respetemos el Estado de Derecho. Respetemos las instituciones democráticas. Respetemos el equilibrio de los poderes del Estado. Pero, sobre todo, respetando la voluntad popular en las ánforas; y la libertad de expresión y de conciencia que tenemos todos los ciudadanos.

Fuente: Diario Expreso

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