Entrevista del diario La República
Raúl Diez Canseco no duda de que el país necesita una nueva ley universitaria, así como un mecanismo que acredite la educación. Cumple 45 años de labor emprendedora que ha compilado en su último libro El arte de emprender. Y deja la puerta abierta a la política, a pesar de que se fue decepcionado de ella.
Usted impulsa la educación como lucha contra la pobreza. ¿Cómo ve la nueva ley universitaria? ¿Vulnera la autonomía?
El Perú necesita a gritos una nueva ley universitaria, porque la que tenemos es muy obsoleta y no responde a las exigencias de un mundo moderno, a un Perú que crece seis a siete por ciento. Sin embargo, estamos confundiendo que exista un mecanismo de vigilancia, de observación de la calidad de la enseñanza de la educación superior en el Perú, con lo que significa controlar, estatizar o intervenir.
Entonces, ¿por eso tantas protestas?
Aquí lo que preocupa es que el Minedu (Ministerio de Educación) se haga cargo de la acreditación de las universidades creando una Superintendencia (de Educación Universitaria). Imagínate la Superintendencia de Bancos donde los banqueros estén dentro o el Ministerio de Economía la maneje. Yo sí creo que hay que crear un ente, que es la acreditadora, que debe ser autónoma y no depender del Minedu ni de las universidades, pero que sí sea normada por el Estado.
Dicen que el espíritu de la norma es que las universidades sean centros de investigación, ¿cómo se puede fomentar esto?
Por lo que yo estuve conversando con el general (Daniel)Mora, él lo que estaba sugiriendo en la Comisión (de Educación) es la creación de una Vicerrectoría de Investigación. Esto está bien, pero el Estado tiene que ser el marco que promueva que el sector privado invierta en investigación. Hay universidades estatales y privadas de mucho prestigio, pero que no reciben ayuda de nadie. Pienso que la ley también debería permitir alianzas estratégicas entre las universidades públicas y privadas con el sector privado.
Justamente, este y otros asuntos en torno a la educación serán el tema central de la próxima reunión del Círculo de Montevideo, a realizarse en Lima en julio.
Exacto. Esta reunión aspira a recoger la experiencia exitosa de la educación moderna en el mundo, aprovechar que estamos en un país que tiene un crecimiento importante en los últimos 20 años y ver cuál debe ser la educación que se imparta a los jóvenes para convertirla en la herramienta más poderosa en la lucha contra la pobreza… Algo positivo del gobierno, por ejemplo, es el programa Beca 18.
Este programa busca ser uno de los principales incentivos del gobierno para que los jóvenes vayan al Servicio Militar.
Usted está tocando un tema muy sensible para mí, porque yo he hecho mi servicio militar. Cuando tenía 17, ahora tengo 65, me presenté a la UNI y no ingresé. Pero salí sorteado para el servicio militar en 1964, cuando Fernando Belaunde Terry, que era primo hermano de mi madre, es decir, mi tío, era presidente del Perú. Yo he sido marinero, y les puedo decir a los jóvenes que es la experiencia más maravillosa de mi vida.
¿No sintió que se truncó su proyecto de vida?
Gracias a eso, mi proyecto de vida se potenció.
¿Pero tal y como está planteado no es discriminatorio?
Está mal que los que tengan dinero paguen una multa y no vayan al servicio militar. Yo creo que el que sale sorteado y si no está estudiando en la universidad o en algún instituto, debería servir a la patria de todas maneras.
Muchos quieren saber cuál es la ‘receta secreta’ de un emprendedor exitoso, esa fórmula mágica… ¿qué les diría?
Que querer es poder. No hay recetas secretas. El emprendedor nace por necesidad y se hace por oportunidad. En la vida tienes que tener convicción, es decir, una meta; pero a esa meta tienes que ponerle la fuerza de la pasión. Muchas veces los jóvenes tienen miedo de apostar, miedo a equivocarse, pero si estás bien preparado tienes que ser consciente de que en algún momento tendrás que tomar una determinación y arriesgar. El éxito no tiene nada que ver con la suerte. El triunfo es consecuencia de la perseverancia y la constancia…
¿Qué caracteriza a los emprendedores peruanos?
La vida obligó al peruano a buscar alternativas para encontrar respuestas a sus problemas. Hemos vivido en un país donde estaban prohibidas las importaciones, no conseguíamos los dólares para importar, se prohibían las marcas extranjeras. Entonces, el peruano se tuvo que formar en la vicisitud de los problemas y ser recontraingenioso. El peruano busca siempre la manera de salir del problema en el cual se encuentra. Por eso, el Perú siempre ha estado entre los cinco países más emprendedores del mundo.
Hemos visto oportunidades en las dificultades…
Tú no vas a encontrar a un joven que te diga yo no puedo. Y hay otra cosa que es más linda todavía: el joven cuanto menos recursos tiene, cuanto más pobre es, más emprendedor.
Pero una gran dificultad es la falta de capital, ¿no es así?
Hay dos grandes retos en el país: fomentar la formación emprendedora desde el colegio e incentivar eso que tú bien has dicho y que se llama capital de riesgo, capital semilla. En países más avanzados, inclusive latinoamericanos como Colombia, el Estado financia con garantías, a través de la banca privada, proyectos emprendedores… si al joven se le prepara y lo motivas con el crédito, no lo para nadie. Ese eslabón falta. El acceso al crédito para el joven de escasos recursos es muy difícil. Y si lo logra, por último, las tasas no bajan del 45 por ciento, lo que le hace difícil competir.