Dicen que una gran mujer es como una gran historia que merece contarse de a pocos y sin prisa. Es el caso de nuestra querida Violeta Correa Miller, esposa y fiel compañera del presidente Fernando Belaunde.
La sobriedad y sencillez la distinguieron siempre y la describirían como una dama sin par. Su alma de mujer emprendedora social emergió muy temprano. En su juventud ingresó al Movimiento de Protección a la Joven y a luego a la Cruz Roja, prestando ayuda voluntaria en ambas instituciones.
Posteriormente, ya en el primer gobierno del presidente Belaunde, tres proyectos consumados desvelarían ampliamente su perfil de mujer dinámica y apasionada por lo que hace: la construcción de los parques infantiles y zonales en los pueblos jóvenes, la implementación del Parque de las Leyendas y la exposición “Perú ante el mundo”, una muestra fotográfica itinerante y mundial.
En el segundo gobierno de Belaunde, nuestro país sufrió uno de los peores desastres de su historia, ocasionado por el Fenómeno El Niño. Por esa época, muchas carreteras desaparecieron y los puentes colapsaron. El agua y el lodo inundadaron calles y avenidas de las ciudades del norte del país. Miles de hogares peruanos quedaron sin techo.
En medio del dolor y la desesperación emergió la figura solícita de la primera dama, portando luz y esperanza para paliar la zozobra popular. Y lo hizo en toda su dimensión, creando numerosas cocinas familiares que fueron un gran alivio para las familias afectadas.
El espíritu emprendedor en Violeta consistió también en la habilidad que tenía para convertir ideas en actos. Sin duda, era una persona dotada de creatividad, innovación, destreza para planificar y gestionar proyectos de carácter social y de resonancia popular.
Nos queda una tarea pendiente: desvelar en su real dimensión a la mujer emprendedora que fue Violeta, quien llevó socorro ahí donde el hambre apretaba, el polvo hostilizaba y la desesperanza calaba en la población.
Tomado de Mujer emprendedora. Raúl Diez Canseco Terry, Lima, 2010.
Y hay q continuar con sus suenos, convertidos en Proyectos y quien mejor q tu y uno d sus alumnos predilectos Jesus Escalante, q entiendo ahora esta cerca d ti, sin dejar d lado x supuesto a muchos mas, como Edmundo del Aguila papa, y tantos otros q trabajaron en sus Programas y Proyectos al lado d ella. Me alegra mucho saber q la recuerdas con tanto carino como el q le guardamos a quienes Dios nos dio la suerte d ponernos a su lado para colaborar d una forma u otra. Q Dios t bendiga Raulin, amigo y corriligionario y no olvides q el Peru necesita un hombre como tu. Yo estoy convencida q tu harias mucho x ese Peru Profundo q el Presidente Belaunde tanto amo.