Entrevista del diario La República a Raúl Diez Canseco, empresario y ex vicepresidente del Perú.
Raúl Diez Canseco mantiene su militancia en Acción Popular aunque ha optado por alejarse de la vida política activa. En esta entrevista quien fuera vicepresidente de la República ofrece una mirada algo desencantada del presente peruano.
¿Por qué dice usted que anda muy preocupado?
Por la tensión que vive el país, social y política. Me preocupa el desencuentro total entre el peruano con la clase política, la desilusión de los jóvenes. Todo esto está generando una olla de presión que pronto va a reventar. A eso súmele la inseguridad de los últimos años y una economía que se plantó, que no está creciendo como debería…
Es un pesimista.
Es la realidad. Estamos al borde de una elección que podría traer resultados complicados si no hacemos algo. El panorama no es el mejor…
¿El gobierno de Humala lo ha hecho tan mal?
No es que me guste o no me guste este gobierno. Hay una agenda pendiente y la gente lo que quiere es que alguien le solucione el problema de la inseguridad. Eso por un lado. Por el otro, hay una clase media desencantada y eso es pésimo porque el pulmón del desarrollo para cualquier país es la clase media. Claro, lo más fácil es echarle la culpa al gobierno de lo que está pasando. ¿Y la oposición no tiene culpa, acaso, de este clima de desencuentro en el país, de estos golpes bajos, de estos insultos? Antes me preguntaba si soy un pesimista. Yo siempre he sido un optimista, pero ahora sí me empiezo a preocupar.
De los candidatos presidenciales voceados, ¿alguno lo entusiasma?
El elector en general no está entusiasmado. El Perú ha avanzado mucho como para perder el camino recorrido y la elección que viene es impredecible. Yo viajo mucho por el país y encuentro entre los jóvenes mucha desazón y eso es muy peligroso, más todavía en una etapa electoral.
Le pregunto a usted si alguien lo ha convencido.
Estuve en el CADE educativo. Pedro Pablo Kuczynski habló muy bien, Keiko Fujimori también, lamentablemente Alan García no apareció. Quien salga, debe darnos tranquilidad y paz.
¿Cuál cree que debe ser la agenda que debe priorizar el próximo presidente?
La gran transformación debe venir por el lado de la educación. Hoy solo se gasta el 3.5% del PBI en educación y falta cumplir con una agenda muy grande. Tenemos que seguir capacitando a los maestros, invirtiendo en la infraestructura sobre todo en zonas rurales. Sin conocimiento, no hay desarrollo posible.
Usted es dueño de una universidad privada. ¿Está de acuerdo con la ley universitaria? Viene presentando problemas en su implementación.
En la ley debió enfocarse con mucho más vigor lo de las acreditaciones. Yo creo que las universidades deben estar acreditadas y se les debería quitar la licencia a aquellas que no lo consigan, después de un plazo prudencial para que se adecúen, desde luego. Las universidades eran un terreno de nadie, se hacía cualquier cosa, y esta ley no es mala.
¿Y la Superintendencia? ¿Está de acuerdo con su creación como ente fiscalizador?
La idea de la Sunedu es buena, pero debería ser una autónoma. Es decir, no debería pertenecer al ministerio, al Estado. Y, por supuesto, debería tener un respaldo importante, económico y técnico, para fiscalizar. No se puede tolerar ni permitir una educación mediocre ni de segunda.
¿Sigue militando en Acción Popular?
Militando, sí…
Pero se mantiene alejado de la acción política diaria.
Por una decisión personal. Se necesita un cambio generacional. No tengo pretensión de ser candidato a nada. Hay muchas personas que podrían liderar un cambio, lo que ocurre es que la política se ha deteriorado tanto que esos posibles actores no quieren saber nada. La única forma de cambiar al país es participando en política, porque esa es la regla de la democracia. Y fui candidato a alcalde, diputado hasta que Fujimori cerró el Congreso y un vicepresidente muy activo.
Mientras duró en el cargo.
Pero fui activo. Cuando uno tiene demasiada actividad, vienen los celos, los golpes bajos y pasa lo que pasa.
Me dijo que escuchó recientemente a Keiko Fujimori en el CADE educativo. ¿Percibe un cambio importante en el fujimorismo actual?
Antes del golpe del 5 de abril y a mi solicitud, el entonces ministro Jaime Yoshiyama convocó a una reunión casi clandestina con Alberto Fujimori y senadores y diputados para consultarle directamente al entonces presidente por qué atacaba tanto al Congreso, cuando lo que buscábamos era colaborar. Yo me senté a la derecha de Fujimori, quien se quedó toda la noche mudo. Salí más preocupado que cuando llegué…
No ha respondido sobre Keiko.
Keiko, primero, es otra persona. Lo que pasa es que ella no ha marcado distancia de todo lo malo que ocurrió en el gobierno de su padre, y hay muchas dudas por ese pasado. Ella era muy joven para responder por lo que pasó después del 5 de abril…
Pero de alguna manera reivindica esa herencia.
Ese es el problema.
Fuente: diario La República, sección Política, página 10, fecha: 27-06-2015